1. PRECIO
¿Quieres
saber cuánto te costará ese tatuaje? Has llamado por teléfono a un estudio y quieres
saber el precio exacto, porque si no te lo dan... ¿cómo vas a ser capaz de
"negociar" o escoger el estudio con “el mejor precio"?
LA REALIDAD: A menos que te quieras
tatuar algo muy pequeño (que no exceda los 5x5cm), es difícil que un
tatuador te pueda dar el precio exacto (sobre todo por teléfono). Los
factores que pueden afectar el precio de un tatuaje son: la complejidad del
diseño, la cantidad de colores, el tamaño (no pequeño, mediano, ni grande; sino
el tamaño de ancho x largo en centímetros que deseas que abarque el tatuaje) y
el tiempo que requiera el tatuador para realizar el tatuaje.
RECOMENDACIÓN: No preguntes por el
precio exacto de un tatuaje si no tienes la idea clara de lo que deseas. Si tu
tatuaje excede los 5x5cm no consultes por el precio de tu tatuaje por teléfono.
Lo mejor es consultar personalmente con tu artista o, en todo caso, vía e-mail
o mensaje con imágenes de referencia de lo que deseas: en base a tus ideas un
artista puede hacer un diseño para ti. La adquisición de un tatuaje es un
proceso, y un buen trabajo NO es "barato". Recuerda que un tatuaje es
una inversión permanente para tu piel.
2. ESPERAR QUE TU ARTISTA TE LEA LA
MENTE
Así
que tienes esta gran idea para el tatuaje de un tigre pero quieres que se vea
realmente "BRAVAZO" o "LOCO" y has encontrado a este
artista tatuador que te haga un diseño personalizado. ¡Y claro! No crees que él
quiera saber mayores detalles de cómo o qué elementos quieres que tenga...
porque ese es el trabajo del artista.
LA REALIDAD: El artista no sabe a qué
te refieres con "BRAVAZO" o "LOCO" - tienes que ser más
específico. Los artistas no leen mentes, son artistas. Así que antes de preguntarle
a un artista por un diseño personalizado, asegúrate de que ambos estén en la
misma página para que pueda hacer un diseño en el estilo que deseas.
RECOMENDACIÓN:
Si tienes una idea, investiga en internet sobre los estilos de tatuajes y busca
imágenes con los elementos que te gustan para guiar a tu tatuador y ayudarlo a
comprender qué es lo que quieres. Investigar y buscar referencias no sólo
ayudará al artista después, sino que ampliará la idea que tienes y quizás
encuentres una mejor.
3. ROBAR EL ARTE DE TU TATUADOR
Así
que un artista tatuador hizo un diseño solo para ti. Te encantó pero sabías que
el precio del tatuaje sería mayor que en otro lado. ¿Qué puedes hacer? Entonces
con las ideas o con el diseño personalizado que te hizo el artista, vas y
ahorras dinero tatuándote su diseño con otra persona.
LA REALIDAD: Nunca hagas eso...
simplemente no lo hagas. No imprimas imágenes de internet de un artista famoso
y esperes a que tu artista copie exactamente ese tatuaje. Copiar es tonto y
potencialmente ilegal (algunos artistas ya están registrando sus diseños). Un verdadero
artista se sentirá incómodo de hacerlo y no será capaz de copiar el diseño de otro.
RECOMENDACIÓN: Solicita una cotización,
evalúa previamente qué artista te agrada más y con quién sientes mayor
confianza. La relación entre tú y el artista debe ser sincera y permitirá que
se haga un buen diseño y al final tengas un tatuaje increíble. Un tatuaje es un
artículo de lujo que requiere inversión.
4. PREGUNTAR CONSTANTEMENTE POR EL AVANCE
DEL TATUAJE
Has
encontrado a este excelente artista, estás contento con el diseño y ya estás en
el proceso del tatuaje, pero ¿cómo quedará realmente? Tienes que saberlo y ver
cómo va avanzando y preguntando para parar y verlo cada 5 minutos. A los tatuadores
les encanta eso.
LA REALIDAD: Parar a cada rato no sólo
es una distracción para el tatuador, sino que no permite avanzar realmente.
RECOMENDACIÓN: Confía en tu artista.
5. VENIR TARDE A TU CITA - O NO PRESENTARTE PARA NADA
Ya tienes una cita con tu tatuador, se
ha reservado un tiempo exclusivo para que te tatúe pero... ¡algo ocurre! Hay
mucho tráfico, vas a salir tarde de la oficina, tu perro se ha perdido, hoy
juega Perú y ya no podrás asistir a tiempo a tu cita. Te sientes avergonzado, así
que... simplemente no llamas para avisarle. Al final... podrán atender a
alguien más, ¿verdad?
LA
REALIDAD: A menos que tu artista tome citas al paso, entonces NO lo hagas...
porque no trabajarán en alguien más en ese tiempo (ni podrán hacer un diseño al
momento para otra persona) Incluso si pudieran tatuar a alguien más, tú has
hecho el compromiso de estar allí y lo arruinaste. El no venir a tu
cita es una pérdida para tu artista (es por eso que los adelantos no son
reembolsables, ya que no se puede atender a otro cliente). Los estudios
profesionales permiten cambiar la fecha de una cita con 48 horas de
anticipación como mínimo para tener más posibilidad de colocar a otro cliente.
RECOMENDACIÓN:
Planifica tu día y días previos a tu cita. Si es una verdadera emergencia o
sabes que no vas a poder llegar a tiempo, no tengas vergüenza y llama al
estudio.
6.
TRAER A TODOS (sobre todo niños)
¡Este momento es especial y necesitas compartirlo con todos
tus amigos o familiares! Por eso debes traerlos a todos, y si tienes
hijos pequeños... ¿con quién los podrías dejar? ¡Mejor tráelos también para que
vivan la experiencia!
LA REALIDAD: La mayoría de los estudios tienen espacios reducidos
y aunque no fuera así, tu artista está trabajando. Los artistas no necesitan
distracciones y necesitan que tú también estés tranquilo. Los estudios
profesionales se reservan la entrada de las personas que no se están realizando
el tatuaje al área de trabajo en esos momentos, no solo por la tranquilidad,
sino también por la comodidad y respeto hacia otros clientes. Traer niños al
estudio, aunque permanezcan en el área de espera, no es adecuado. Recuerda que
la adquisición de un tatuaje es para personas mayores de 18 años, y un estudio
de tatuajes no es una guardería.
RECOMENDACIÓN: Conversa con los amigos o familiares que quieran
acompañarte y coméntales que no podrán ingresar a la sesión pero sí verte o
esperarte en la sala de espera (aunque puede ser aburrido). Planifica tu día si
tienes hijos pequeños y déjalos al cuidado de alguien más. No los traigas al
estudio.
7. LLORAR COMO UN BEBÉ
Estás en medio de un tatuaje enorme en la costilla y DUELE
como jamás te lo imaginaste. ¡No tenías idea de lo mucho que dolería! Quieres
parar la sesión por lo menos una hora para calmarte y continuar. O quizás...
¿irte y continuarlo otro día?
LA REALIDAD: Puedes llorar, pero por favor no te muevas y ten en
consideración que puedes poner nerviosos a otros clientes que están tatuándose
en el mismo momento que tú. No hay problema con solicitar al tatuador una
pequeña pausa y tomar agua. Sin embargo, hacer pausas constantemente y ampliar
el tiempo de la sesión hace que el cuerpo se enfríe y el volver a tatuar la
piel ya inflamada duele más. Irte en medio de la sesión si el tatuador no ha terminado
por lo menos el delineado es un problema, ya que no podrá calzar el transfer
(plantilla) en el mismo lugar.
RECOMENDACIÓN: Si es la primera vez que te tatúas... prepárate
para sentir algo de dolor. Los tatuajes duelen. ¿Qué tanto duelen? Depende
mucho de cada persona, su tolerancia al dolor, el tamaño del tatuaje y la
ubicación. Prepara tu cuerpo antes de tatuarte. ¿Cómo? Duerme bien un día
antes, come algo antes para tener fuerza, tómate una bebida energizante y
relájate. El resultado hará que valga la pena.
8. VENIR EBRIO O DROGADO
Así que estás nervioso por el tatuaje... va a doler, así que
no hay nada mejor que tomarte unas cervezas antes de tatuarte. Con buena suerte
hasta podrás quedarte dormido durante la sesión.
LA REALIDAD: Un estudio profesional no te atenderá por varias
razones, la primera porque no estás tomando una decisión de tatuarte a
conciencia, la segunda porque puedes incomodar a otros clientes y tercero
porque el alcohol diluye la sangre haciendo que sangres más y el tatuador no
podrá ver bien la línea del tatuaje y esto dificulta el proceso.
RECOMENDACIÓN: Simplemente no vengas ebrio ni drogado.
9. MENTIR SOBRE TU EDAD
Tienes menos de 16 años y ya no falta mucho para que seas
mayor de edad, tus padres no tienen problemas con los tatuajes y NO HAY FORMA de
que puedas esperar para tener esa frase en el dedo. Mientes y dices que tienes
18 años.
LA REALIDAD: ¿Es en serio? No importa si tus papás te acompañan o
vienes con el permiso del presidente. Un estudio profesional no se arriesgaría
a tener problemas legales por tatuar a un menor de edad. Un tatuaje es una
decisión para toda la vida y debe ser tomada con madurez y responsabilidad. No
esperar a los 18 años o más y mentir sobre tu edad no es un buen indicador de que
tienes la madurez para tatuarte. Todo estudio profesional de tatuajes pide DNI
para verificar que eres mayor de 18 años. No nos mientas.
RECOMENDACIÓN: No desesperes por el tatuaje. Recuerda que es algo
que te durará para toda la vida. Utiliza el tiempo hasta cumplir la mayoría de
edad para planificar bien ese maravilloso diseño.